En diciembre de 2016 terminó el rodaje de Juego de Tronos en territorio español: Cáceres, Los Barruecos, Trujillo, Almodóvar del Río, Zumaia, Bermeo, Sevilla y Santiponce. Tras intensas semanas de trabajo, el enorme equipo humano desplazado desde todos los rincones del mundo regresó a su casa justo a tiempo de celebrar las fiestas navideñas en Portugal, Irlanda, Inglaterra, Dinamarca o Estados Unidos.
Los naturales de esas ciudades españolas y fans de la serie hemos tenido la inmensa suerte de habernos cruzado con los hacedores de la saga de ficción más impactante desde El Señor de los Anillos, si me preguntan a mí. Personalmente, encuentro cargado de simbolismo y un acierto del destino que la amistad que me queda del paso de la serie por mi ciudad sea la de un experto en explosivos: Hugo Nunes, un vecino portugués que, además de una excelente persona, resulta que maneja el fuego en una serie en la que tres dragones van a ser claves en la resolución de la trama. Ahí es nada. Lógicamente, no pudo contar qué pasa en la batalla final de Juego de Tronos, pero sé que disfrutaré viendo el fuego de los dragones e imaginando que es su fuego.
Tras un final trepidante de la sexta temporada que deja a las mujeres de la serie con el destino de Los Siete Reinos en sus manos, la impaciencia por ver los nuevos capítulos nos come. En el último concretamente, Cercei Lannister estaba sentada en el Trono de Hierro; Sansa Stark, liberada por otra mujer, Brienne de Tarth, había vuelto a Winterfell tras recuperar su casa de manos de los Bolton junto con Jon Snow; Lady Mormont resultaba clave en la proclamación de Snow como Rey del Norte; Arya Stark se reconciliaba con su destino y nos daba una inmensa alegría al librarnos de Walder Frey; las mujeres de Dorne, con Ellaria Arena al frente, y la Casa Tully se encontraban pactando para derrocar a los Lannisters y la Madre de Dragones ya se había subido en los barcos de Yara Greyjoy, aspirante al trono de las Islas de Hierro, gracias a otro pacto entre mujeres que llevará a Daenerys Targaryen a través de los mares que separan Meereen de Desembarco del Rey. Es también una mujer, Meera, la que cuida y protege al cuervo de tres ojos, Brandon Stark. Y también una chica la que se enfrenta al padre de Samwell Tarly, Eli, que procede del Pueblo Libre al norte del muro.
No hay que leer entre líneas para ver cómo la serie refleja fielmente la realidad de nuestro mundo actual: mujeres al frente de los grandes cambios a los que asistimos tienen en su mano la configuración de nuestra sociedad futura.
Incluso tenemos un Rey de la Noche.
Winter is coming.
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