Gerda Pohorylle nació en Stuttgart (1910) en una familia con preocupaciones intelectuales, pero pronto sería una refugiada del fascismo en París. Menuda, pelirroja de ojos verdes, corte de pelo a lo garçon y un activismo incontrolable, formará una pareja brillante con André Friedmann.
Gerda y André decidieron crear una sociedad fantástica de tres personas: Gerda (que cambiaría su apellido por Taro) sería la representante, André el empleado de laboratorio, ambos al servicio de un tal Robert Capa, afamado, decían ellos, fotógrafo norteamericano dispuesto a vender a las agencias y revistas sus prestigiosas fotos, que no eran otras que las de Gerda y André. Fue así como nació el mito de Robert Capa, que suministraría las fotos de ambos a las revistas de mayor éxito.
Gerda fue la primera mujer fotógrafa muerta en pleno trabajo informativo sobre la guerra, al estrellarse un tanque republicano contra su coche el 25 de julio de 1937 en una zona de combate entre Villanueva de la Cañada y Brunete. Ella murió al día siguiente en el hospital de campaña de la 35ª división del Escorial. Tenía veintisiete años.
André Friedmann nació en Budapest (1910), país que se vio obligado a abandonar tras participar en una manifestación política. Refugiado en Berlín, comenzó a trabajar como recadero en una agencia fotográfica. Aprendió el oficio y ya nunca se separó de su Leica (más tarde, Contax) hasta el instante de su muerte a los cuarenta y cuatro años (Vietnam, 1954).
Una exposición del trabajo de ambos puede visitarse en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Texto extraído de información disponible en esa exposición.
Me voy a inventar yo también una personalidad paralela para que vaya a trabajar por mi; da igual que no tenga un nombre tan estupendo como Robert Capa, no es importante. Qué grande esta historia del amigo Capa!
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