Podría llegar a suceder. ¿Os lo imagináis? Si, de manera puntual, la concentración de ciertos compuestos (NO2, NO, CO, CO2) está por encima de lo que la Directiva 2008/50 de la Comunidad Europea sobre aire limpio permite, Gallardón anuncia que buena parte del centro de Madrid quedará cerrado al tráfico.
Esta medida puede resultar radical y agresiva para con los ciudadanos, pero es necesaria. Alguien tiene que poner el límite, alguien tiene de decidir hasta dónde se puede llegar en cuanto al uso del transporte privado en ciudades masificadas,como es el caso de Madrid.
Claro que lo que no puede hacerse es tomar una determinación de esta índole de un día para otro. Primero hay que prever e instrumentalizar planes B para los que se verán afectados: mayor frecuencia en autobuses, trenes, metro, aumento de la movilidad en bicicleta, estableciendo un sistema de uso de bicicletas municipales com puntos de recogida y devolución (estaciones de tren y autobús, exterior de algunas estaciones de metro), preveer plazas de aparcamiento en la periferia de la zona que se cerrará al tráfico a precio razonable y asequible para quien no tiene más remedio que arrancar su coche por las mañanas... todo lo que sirva para asegurar una buena acogida de la medida, que va en beneficio de todos, y para que no nos veamos trastornados por ella.
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